Cloud computing: ¿Qué es la computación en la nube?

El cloud computing, o computación en la nube, es un modelo de prestación de servicios informáticos que permite a empresas de todo el mundo acceder a recursos como servidores, almacenamiento o aplicaciones a través de Internet. Por ponerlo más sencillo: es como alquilar un ordenador gigante por Internet. En lugar de tener tus propios servidores o discos duros en la oficina, usas los de otra empresa (como acens, Google, Amazon o Microsoft) a través de la red. 

En términos más técnicos, es un servicio de computación bajo demanda que permite a empresas y personas pagar solo por lo que utilizan.  

Una breve explicación 

Hasta hace no mucho, las compañías tenían que montar su propia infraestructura tecnológica (servidores, redes, almacenamiento) para alojar y ejecutar sus aplicaciones. Con la nube, no necesitan nada de eso. Todo está en servidores externos. Si una empresa necesita más espacio para guardar datos, en lugar de comprar discos duros nuevos, puede simplemente ampliar su almacenamiento en la nube. Si, después, ya no lo necesita, solo tiene que cancelar o reducir el espacio del el servicio, lo cual es imposible con infraestructura física.   

Así de simple: la nube otorga recursos informáticos (como espacio, programas) sin tener que comprarlos ni mantenerlos. Todo esto funciona gracias a una red de servidores repartidos por el mundo que atienden las peticiones de los usuarios en remoto.   

Cada empresa puede elegir lo que más le conviene: una nube pública, compartida con otros usuarios y gestionada por un proveedor; una nube privada, exclusiva para una empresa; o una nube híbrida, que combina ambas. Cuál elija dependerá de sus necesidades.  

 

 

También hay tres tipos principales de modelos de servicios de cloud computing que se pueden contratar según el nivel de control y gestión que necesita una empresa: IaaS, donde las empresas alquilan infraestructura tecnológica como servidores, almacenamiento o redes y controlan su configuración sin tener que comprar hardware; PaaS, que proporciona un entorno completo para crear y probar aplicaciones sin preocuparse por la gestión técnica; y SaaS (Gmail, Microsoft 365…), donde el usuario simplemente utiliza un programa ya listo, accesible por Internet, mientras el proveedor se encarga del mantenimiento, la seguridad y las actualizaciones.  

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Cómo puede beneficiar el cloud computing a las empresas 

Con cloud computing, ya no existe la necesidad de invertir en infraestructura física, y se puede pagar solo por los recursos que realmente se utilizan. Ese sería el principal beneficio. Pero, además, la nube facilita el trabajo remoto y la colaboración en tiempo real, facilitando que los empleados pueden acceder a la información y a las aplicaciones desde cualquier lugar con conexión a Internet.

 

Tiene impacto directo en la mejora la seguridad, a través de sistemas de copia de seguridad y recuperación automática ante fallos o ciberataques. Permite probar nuevas soluciones, integrar inteligencia artificial o big data sin grandes inversiones al inicio y adaptarse rápidamente a las demandas del mercado. 

Podemos decir, que la nube convierte la tecnología en un servicio flexible, escalable y accesible que ayuda a las empresas a crecer y competir. 

En acens ofrecemos a las empresas la posibilidad de modernizar sus infraestructuras tecnológicas gracias al cloud computing. 

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