01 de septiembre de 2016

#Infografía Cómo estar preparado para antes y después de una entrevista de trabajo

En septiembre se reinicia la actividad laboral y surgen nuevas ofertas de trabajo, así que Billage ha preparado una infografía con valiosos consejos para que tengas éxito en tus entrevistas de trabajo, a los que hemos añadido algunas recomendaciones desde acens.  

Infórmate sobre la empresa

Además de sus perfiles sociales, las empresas tienen en su web una sección llamada ‘Sobre nosotros’, ‘Quiénes somos’ o ‘Contacto’, donde informan sobre su actividad, planes de negocio, oficinas, personal…

Conviene investigar todo lo que puedas en Internet, ya que al entrevistador le gustará que sepas cosas de ellos, y además puede que conozcas a alguien que trabaje ahí o que conoce a alguien con quien trabajaste (para esto es muy útil LinkedIn), con lo cual pueden recomendarte.

 

Asegúrate de cuál es exactamente el puesto y de qué oferta se trata

Puede parecer una tontería, pero a veces un mismo puesto de trabajo tiene varios nombres (Redactor Creativo de publicidad / Copy), el nombre que designa un trabajo puede confundirse con otro (un Redactor de periódico se dedica a escribir, un Redactor de televisión habla delante de la cámara), o las funciones varían dependiendo de la empresa (un Redactor web necesitará conocimiento en WordPress para publicar en blogs).

 

Además, como seguramente echas muchas ofertas quizás cuando te llamen te pillen desprevenido, y es mejor preguntar qué empresa te está contactando y de qué oferta se trata; intenta llevar siempre a mano un bolígrafo y papel para apuntar todos los datos de la entrevista. Si se te olvidó preguntar busca en Google los datos que tengas (por ejemplo el teléfono desde que llamaron) y cotéjalos con el listado de las ofertas a las que te hayas apuntado, que conviene anotarlas en un documento así como el estado en que se encuentra y los campos o anotaciones que consideres oportunos, como cosas positivas/negativas del puesto, URL de la oferta… Esto último te ayudará a localizar datos.

 

Conoce todos los datos de la oferta de trabajo

Analiza la información y anota todo lo importante: horario, tipo de contrato, dirección de la oficina, días de vacaciones, si dan tickets restaurante… Para ello haz antes un listado de todo lo que te interesa saber sobre el trabajo y la empresa, y en caso de que falte algo coméntalo durante la entrevista. Tienes que dar la sensación de que no aceptas lo primero que se te ofrece y por ello te informas.

 

Conoce tu CV

Revisa el currículum que enviaste para ver si está actualizado y piensa qué posibles preguntas te harán para tener preparadas las respuestas, ya que si dudas durante la entrevista pueden pensar que mientes. Y es que muchos profesionales tienen más de un CV dependiendo de qué puesto busquen, por ejemplo si eres Locutor de radio puedes trabajar en una Cadena o dar clases en la Universidad. Además debes resaltar en la entrevista los puntos fuertes de tu currículum respecto a la oferta en concreto, y prepararte para argumentar los puntos débiles o quitarles importancia, indicando que puedes mejorarlos.

 

Prepárate para preguntas típicas (y atípicas)

No memorices las respuestas porque se notarán que están preparadas. Simplemente piensa más o menos qué contarás cuando te preguntes por qué dejaste tal puesto, por qué quieres cambiar de trabajo… Las atípicas no las puedes preparar ya que suele haber más de una respuesta porque lo que se evalúa es cómo sales de esa situación, pero sí puedes trabajar tu actitud para no demostrar sorpresa o angustia, tomarte una pausa antes de responder, empezar a hablar de lo que sabes sobre el tema o la empresa para que se vea que estás al tanto y que tu cerebro vaya procesando alguna respuesta ingeniosa, o incluso preguntar para aclarar qué es lo que quieren saber. Algunas de estas preguntas: “¿Cuál será el siguiente producto que Twitter debería producir?”, “¿Qué es lo más gracioso que te ha pasado recientemente?”, “En una escala del 1 al 10, ¿qué calificación me pondría como entrevistador?”.

 

Durante la entrevista

Lo primer es ir vestido acorde con el puesto de trabajo. Un comercial normalmente trabaja con traje de chaqueta y un programador suele usar camisetas.

Intenta hablar sin tensión ni prisas, demostrando ilusión por la oportunidad, y anota los datos que consideres oportuno para que vean que te lo tomas en serio. Cuida la comunicación no verbal, evitando hacer aspavientos, mover las piernas continuamente (da indicios de nerviosismo), tocarte continuamente el pelo… Lo mejor es que te grabes mientras te entrevista un conocido para ver cómo te comportas.

 

¿Qué hacer después de la entrevista?

Es habitual que después de la entrevista uno espere a que la empresa le vuelva a contactar para decirle si están contratados o no, pero la mayoría de las veces no contactan. Si te ha interesado la oferta puedes llamar o un enviar un email al día siguiente para decir que te gustaría trabajar ahí, indicando qué es lo que más te ha atraído de la propuesta y por qué encajas. Así demostrarás que tienes interés en que te seleccionen. Si te dieron un plazo aproximado de repuesta (1 o 2 semanas), vuélveles a contactar pasado ese tiempo.

Después de la entrevista analízala para ver qué cosas has hecho bien y cuáles debes pulir para la próxima, incluso revisa de nuevo el currículum por si tienes que modificarlo.

 

 

Por último esperamos que tengas suerte en tu búsqueda y te dejamos unos consejos de Sara González (@Sara_Matas, RRHH en acens). “Mi consejo sería, si vemos una oferta publicada de un puesto en el que realmente estemos interesados, no vale solo con inscribirse en la oferta y esperar que nos llamen”, comenta Sara: “Si vemos que es una oferta interesante para nuestro desarrollo profesional deberíamos intentar ponernos en contacto con la persona que ha publicado la oferta, por ejemplo, a través de LinkedIn o bien llamar a la empresa e intentar hablar con RRHH. La clave es diferenciarse y aportar un valor añadido a la candidatura».

Es importante quitar el tópico de “miedo a las entrevistas de trabajo o el miedo al departamento de RRHH”, opina Sara: «Todo lo contrario, hay que abordar la entrevista como una oportunidad de mostrar lo que hemos llevado a cabo hasta ahora profesionalmente y nuestro potencial para el futuro. Y a la vez una oportunidad de descubrir más sobre la empresa, para poder tomar la mejor decisión sobre si nos interesaría o no trabajar ahí». El candidato y el reclutador deben hacerse cómplices, con el único objetivo de saber si el puesto es una buena oportunidad profesional para el candidato y si es la persona idónea para ocupar ese puesto: «¡Hay que mostrarse tal y como somos!».

 

 

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