La importancia de llamarse Ernesto
Aunque el titulo de este post, que se corresponde con el de la novela que Oscar Wilde publicara en 1895, pudiera hacer pensar a muchos que sigo de vacaciones, tirada en una playa con un libro entre las manos…. la realidad es bien distinta. Hace ya 4 días que he vuelto a “mis labores” en acens en el pacifico Madrid de Agosto y aquí, sentada a la mesa, intento ordenar lo intensamente vivido en el periodo de descanso bien acompañada siempre, incluso tecnológicamente hablando, y al día de casi todo.El tradicional culto a la lectura sosegada, practicada durante semanas de relax, ha dejado su huella y al leer este artículo de hoy publicado en el Wired, casi sin quererlo, el Sr. Wilde ha venido a inspirar mi primer post de cara al frenético Septiembre que se avecina. La relación entre este articulo del 2007 y la novela referenciada de hace más de un siglo… está en que para el protagonista de la novela llamarse Ernesto y no Jack “condicionaba” su vida y, a decir por el Wired, llamarse de un modo y no de otro, permitirá a nuestros hijos ser un futuro internauta “con dominio propio”
Comenta Wired como en los E.E.U.U empieza a darse el caso de que la gente escoja el nombre de sus hijos de entre aquellos cuyo dominio se encuentra disponible….. Si Ernesto.com estuviera libre, que no lo esta, sería importante llamarse Ernesto porque eso permitiría a Ernesto, una vez registrado el dominio a su nombre, ser “único”, él y solo él de entre todos los Ernestos del mundo sería Ernesto.com, con todas las derivadas que ello conlleva listas para desarrollar a lo largo de su vida, tecnológicamente hablando.
Confieso que nunca se me ocurrió pensar en escoger el nombre de mi hijo con el buscador de dominios de acens delante…. Y pudo ser, eh!! porque cuando nació yo todavía no trabajaba en acens pero era una empresa que yo conocía muy de cerca. Quizá fuera porque mi único hijo lleva el nombre de su padre incluso desde muchos años antes de ser concebido y éste – su padre- es uno de esos “nativos digitales” con dominio propio, internacional y sobre su nombre de pila…. con lo que la preocupación por el dominio de mi hijo no existió nunca. Yo misma mantengo un estrecho seguimiento sobre el dominio de mi nombre de pila, no sea que en una de esas renovaciones mal gestionadas… su propietario me lo “ceda”. Mientras llega ese golpe de suerte me he asegurado muy mucho de ser la única inmacastellanos.com, que no es tan “puro” como el de mi marido e hijo pero….
En fin, siento que Ernesto.com no este libre porque, ahora que lo pienso, de tener otro hijo, sería un buen nombre. Claro que, en última instancia, mi potencial futuro hijo Ernesto siempre podría servirse del dominio familiar. Sí, ese que se compone del primer apellido del padre y el primer apellido de la madre y que, como no podía ser de otro modo, su padre registro antes, incluso, de tener la seguridad de que la madre… sería una Castellanos
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