Cómo evitar el Carding (que usen información de tus tarjetas de pago)
Los pagos con tarjeta o dispositivo móvil en tiendas online y físicas son cada vez más habituales, algo que hackers aprovechan para robar dinero si nos descuidamos. Desde acens ofrecemos algunos consejos a empresas y usuarios para evitar el Carding.
Las webs deben tener sus sistemas de seguridad al día para evitar intrusiones, ya que los grupos de ciberdelincuentes pueden aprovechar una brecha de seguridad para acceder a la base de dato con la información de los clientes.
Hay que ser consciente de que cualquier comunicación que nos llegue puede tratarse de Phishing, ataque que consiste en suplantar la identidad de una empresa o persona para que otro usuario facilite información personal. Ya sea un email, SMS, mensaje en WhatsApp… si nos llega una petición que nos pide hacer una acción hay que desconfiar. Hay que fijarse si realmente quien nos escribe es quien dice ser, por ejemplo comprobando el Typosquatting, que no hay error tipográfico en la extensión del dominio. Pero la mejor sugerencia es responder por otro medio distinto para confirmar que no es un engaño:
- Si me llega mensaje de WhatsApp, llamo a la persona por teléfono
- Si el banco me pide que haga clic en un enlace porque necesita información, no hago clic en el enlace sino que voy a la web del banco para introducirla
Si pagas en un comercio físico no sueltes la tarjeta de la mano, pues evitarás que la clonen o que simplemente se te olvide dentro del TPV. Desactiva el NFC tras hacer el pago y guarda tu tarjeta en un protector para impedir el Skimming (extracción de datos), ya que puede haber un lector RFID. Si estás sacando dinero revisa que el cajero no tenga algún elemento extraño, y que nadie está viendo el PIN que introduces.
Puedes usar una aplicación intermediaria como PayPal, Revolut, Google Wallet o Apple Pay, porque de este modo la información de tu tarjeta no se verá comprometida. Si estás pagando online verifica que la URL de la página empiece con https (datos encriptados).
Activa las alertas de tu tarjeta para que te llegue un SMS cuando hagas un pago, una forma de detectar si alguien te la ha robado. También debes revisar tus movimientos bancarios aunque se traten de pequeñas cantidades. No está de más instalar un software de seguridad como un antivirus y antimalware, por ejemplo para bloquear los keyloggers, programas maliciosos que recogen las pulsaciones del teclado y pueden detectar tus claves. Y por último, nunca proporciones tus datos bancarios por teléfono.
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