10 de diciembre de 2019

Especial ‘Ciberseguridad’ de DealerWorld, con la participación de Manuel Prada (acens)

Dealerworld ha confeccionado el reportaje ‘Ciberseguridad: un escenario para nada alentador’, reuniendo a varios expertos del sector para que den su punto de vista sobre la seguridad, asunto que preocupa cada día más a las empresas.

Según el estudio «El coste del cibercrimen» de Accenture, cada compañía española recibió de media 66 ciberataques en 2018, con un coste total de 7,32 millones de euros. Los ataques más comunes a las empresas españolas son el malware (99%), y el phishing y los ataques de ingeniería social (81%), mientras que el Ransomware pese a ser uno de los más destructivos no es de los más usados (41%).

En acens hemos recabado las principales declaraciones de los expertos:

Manuel Prada Mateo (Responsable de Seguridad IT en acens): “Normativas como el RGPD o NIS son el primer paso necesario para legislar la ciberseguridad dentro del escenario europeo unificando las capacidades de todos los Estados miembros, para mejorar y potenciar la ciberseguridad a nivel global. Esta unificación y la obligatoriedad en el cumplimiento es primordial para la lucha contra la ciberdelincuencia y para que todos los implicados entiendan que la seguridad es algo que hacemos entre todos”.
Josep Albors (Responsable de Concienciación e Investigación en ESET España): «A pesar de que algunos nos intentan vender tecnologías como Blockchain como la panacea, hemos de conocer cuáles son sus capacidades y sus limitaciones. Ni todo se soluciona con Blockchain, ni se puede aplicar en todas las situaciones. Y el caso de la protección del dato es un claro ejemplo. Con Blockchain se podría, por ejemplo, anonimizar quién transfiere o recibe cierta información, pero no proteger esa información en sí por lo que, en este caso, esta tecnología ayudaría bastante poco».
Samuel Bonete (Country Manager de Netskope Iberia): «Hasta que las empresas no sean conscientes de que con las medidas de seguridad tradicionales no se pueden controlar los escenarios de transformación digital (adopción masiva de Cloud y movilidad), este tipo de incidencias seguirán ocurriendo».
Xabier Mitxelena (Managing Director Accenture Security España, Portugal e Israel): «Todos los aspectos que componen las compañías, desde las personas pasando por los datos y las tecnologías, suponen un riesgo y los equipos de seguridad, a menudo, no están muy involucrados en implementar nuevas innovaciones».
José Luis Laguna (Systems Engineer Manager en Fortinet): «Estamos convencidos de que la inversión de los fabricantes en la formación y capacitación del Canal es determinante para que el cliente implemente las soluciones que mejor se ajustan a sus necesidades».
Alberto Pérez (Responsable de Desarrollo de Negocio en Exclusive Networks): «Muchos clientes irán complementando un set de proveedores, conformando un catálogo de servicios de seguridad multiproveedor y encontrando complementos, más que competencias. Todo esto, además, será híbrido, con una combinación de despliegues on premise y soluciones Cloud as a Service más rentable e inteligente, tal y como ocurre ya en materia de infraestructuras o aplicación».
Raúl Guillén (Director de Canal y Alianzas Estratégicas de Trend Micro Iberia): «Una empresa puede asumir una interrupción de servicio u otros ataques en mayor o menor medida, pero la pérdida de datos puede suponer un impacto mucho más grande tanto a escala reputacional como económico, ya que puede acarrear, además de una pérdida de información vital para su negocio, una fuerte sanción».
José Rosell (Socio Director de S2 Grupo): «Hoy por hoy, ya no sólo se trata de datos, también de infraestructuras o instalaciones. Por ejemplo, infraestructuras críticas que pueden alterar el funcionamiento normal de una sociedad, infraestructuras sobre las que se fundamentan los servicios esenciales, etcétera, pueden ser objeto de deseo. ¿Podríamos pensar en cuanto, por ejemplo, estaría dispuesto a pagar un empresario si le han parado su fábrica con un malware? Estos nuevos tiempos nos han llevado a una enorme dependencia tecnológica para el funcionamiento normal de una persona, familia, empresa, Estado y de la sociedad en su conjunto, con avances notabilísimos por su uso, pero tiene una contrapartida: hay que pensar en la seguridad».