¿Qué significan los colores de los cables Ethernet?

Necesitas usar un cable Ethernet, abres el cajón y coges el primer cable de red que encuentras, ya sea para conectar el portátil en la sala de reuniones o para conectar la Smart TV. A veces es amarillo, otras gris y el de la oficina azul. ¿Es solo decoración?

A diferencia de los puertos USB, donde el color (azul para 3.0, negro para 2.0) sí indica especificaciones técnicas diferentes, en el cableado Ethernet el color exterior no define la potencia ni la categoría del cable, pero si tiene una función en la gestión de infraestructuras TI: el orden.

El código de colores

Es un mito común pensar que un cable rojo es «más rápido» que uno gris. La realidad es que el rendimiento del cable (velocidad, ancho de banda, apantallamiento) viene determinado por su Categoría (Cat 5e, Cat 6, Cat 8, etc.) y su construcción interna, no por la funda de PVC que lo recubre.

 

 

Sin embargo, en entornos profesionales como Centros de Procesamiento de Datos (CPD) o racks de servidores corporativos, el color es fundamental para la trazabilidad y el mantenimiento. Aunque no existe una norma ISO/IEC universal obligatoria que dicte qué color usar para cada cosa, la industria ha adoptado ciertos consensos «de facto» para evitar el caos en el cableado estructurado.

Guía de colores habitual en la industria

Si bien cada administrador de sistemas puede establecer su propia normativa interna, estos son los patrones más frecuentes que te ayudarán a identificar qué estás desconectando antes de tocar nada en el rack:

  • Rojo (Crítico): Se utiliza casi exclusivamente para conexiones que nunca deben interrumpirse. Suele reservarse para servidores, firewalls corporativos o líneas de emergencia. Es el equivalente al «botón rojo»: cuidado al tocarlo.
  • Azul (Datos estándar): El más común. Se usa para la conectividad de red general hacia los puestos de trabajo, terminales de usuario e impresoras.
  • Amarillo (PoE y Seguridad): Frecuentemente asociado a dispositivos que usan Power over Ethernet (PoE). Es muy habitual verlo conectado a cámaras de seguridad IP o Puntos de Acceso Wi-Fi que reciben electricidad por el propio cable de red. Seguro que tienes alguno por casa.
  • Verde (Crossover/Específico): A veces utilizado para conexiones cruzadas (aunque ya en desuso gracias al Auto MDI-X) o para diferenciar redes de gestión y domótica.
  • Negro o Gris (Periféricos): Los «comodines». Suelen ser las conexiones estándar para interconectar periféricos básicos en oficinas o en entornos domésticos.

 

 

¿Por qué aplicar esto en tu empresa?

Aunque no gestiones un data center masivo, aplicar una lógica de colores tiene beneficios:

  • Resolución de incidencias más rápida: Si se cae la telefonía VoIP y sabes que tus cables de voz son morados, irás directo al problema sin revisar todo el mazo de cables.
  • Prevención de errores humanos: Evita que alguien desconecte por error un servidor de producción pensando que era el cable de su impresora.
  • Documentación visual: Permite entender la topología de la red de un vistazo.

 

 

Aunque si lo que te preocupa es la velocidad (si tu red va a 1Gbps o 10Gbps), ignora el color. Debes fijarte en la serigrafía impresa en el lateral del cable. Ahí es donde el fabricante especifica si es Cat 6, Cat 6a o Cat 7. Esa es la única garantía de rendimiento real.

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