Escape in a Box: 80 detectives de acens tras el robo en MAD1
Hace unos días cerca de 80 compañeros de acens fuimos convocadas para participar en una actividad de team building especial. A priori, poco se sabía sobre lo que nos esperaba: solo el misterioso título «Escape in a Box» en los carteles y algunos rumores que habían circulado por la oficina los días anteriores.
¿Qué ocurre cuando reúnes a 80 profesionales de acens en una habitación con una misteriosa caja negra y les das 60 minutos para resolver un caso?
Guillermo Martín Muñoz, del departamento de Atención al Cliente y Televenta, nos relata desde dentro cómo fue esta jornada donde el trabajo en equipo se convirtió en la clave para descifrar enigmas y, de paso, conocernos mejor como compañeros.
Durante la mañana, los participantes fuimos apareciendo en la primera planta del edificio MAD1, donde aguardábamos con curiosidad la apertura de la sala 112. Algunos aprovechaban para saludar a caras conocidas, otros se presentaban al que tenían al lado, y muchos simplemente esperábamos, expectantes por lo que estaba a punto de comenzar.
Al abrirse la puerta, entramos en una sala de siempre, pero ambientada con un toque detectivesco: decoración temática, la TV encendida y dos personajes caracterizados —un “agente de policía” y una “científica del CSI”— que nos recibieron y nos metieron de lleno en la historia.
Pronto, una animación en la pantalla nos introdujo la historia: unos datos vitales para acens habían sido robados, y la policía necesitaba nuestra ayuda como “asesores internos” para descubrir a los culpables. A partir de ahí, cada equipo fue asignado a una sala distinta… y ahí comenzó el verdadero reto.
El desafío: 60 minutos para resolver el misterio
Sobre la mesa, nos esperaba una gran caja negra. Al abrirla, descubrimos que contenía un sinfín de elementos: carpetas con instrucciones, mapas, cuerdas, rompecabezas, piezas de ajedrez, dibujos, y otros objetos extraños y fascinantes. En minutos, la caja quedó vacía y toda la mesa estaba cubierta de materiales.
El primer paso fue pasar las cosas de un lado a otro de loa mesa para agrupar los materiales según los distintos enigmas. Después, nos organizamos en subgrupos para resolverlos en paralelo, poniendo en común las soluciones a medida que avanzábamos. Todo ello, con el reloj corriendo y la presión de competir con otros equipos por resolver el caso en menos de 60 minutos.
Durante el juego, los personajes del «policía» y la «científica» recorrían las salas, a veces llevándose a miembros de los equipos para realizar pruebas adicionales y obtener nuevas pistas. La dinámica fue intensa, colaborativa y, sobre todo, muy divertida.
Al final, todos los equipos logramos identificar al culpable y localizar en el mapa dónde se encontraban los datos robados.
Y como en toda competición, tenemos a nuestros ganadores:
Clasificación final
- 1º Lugar: Grupo del turno 1, sala 113.
- 2º Lugar: Grupo del turno 2, sala 114.
- 3º Lugar: Grupo del turno 1, sala 111.
Más allá de la clasificación, el objetivo se cumplió: compartimos una experiencia diferente, conocimos a nuevos compañeros y trabajamos codo con codo para resolver un reto común. Fue una jornada llena de colaboración, ingenio y buen humor que, sin duda, recordaremos con una sonrisa.
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