Chats conversacionales y sus aplicaciones
Nos guste o no, es difícil escapar del efecto IA en estos días. Cada mañana nos levantamos con una nueva noticia sobre la inteligencia artificial.
Esta semana, una de esas noticias ha sido la implementación de la IA por parte de algunas marcas en los últimos modelos de televisores presentados en el MWC. Otra noticia muy comentada ha sido la presentación de Open AI de su servicio “OpenAI Plots”, un modelo de agentes exclusivos y con nivel doctorando que por 20.000$ puedes tener trabajando 24 horas al día.
La transición hacia una interacción natural con la IA
Sea como fuere, lo que está claro es que todos estos sistemas que estamos viendo cómo se implementan poco a poco en todos nuestros dispositivos, evolucionan hacia una interacción natural por parte de los usuarios. ¿Y que hay más sencillo y natural que el habla?
Es la manera en la que nos comunicamos entre personas y probablemente la más rápida para interactuar con una IA (al menos hasta que sean capaces de leer nuestros pensamientos).
Hemos visto cómo todos los grandes modelos del lenguaje como chatGPT o Gemini, han pasado de las interacciones escritas a las interacciones habladas. Sus modos de voz cada vez son más avanzados y personalizables. Por ejemplo, ChatGPT nos permite elegir entre diferentes personalidades, cada una de ellas son sus diferencias en tono, complejidad, simpatía…
Todos estos sistemas están basados en tecnologías de inteligencia artificial y procesamiento del lenguaje natural, que simulan conversaciones humanas para resolver consultas, ofrecer asistencia o guiar procesos de manera ágil.
Hay que decir que han tenido un desarrollo bastante notable, pasando de respuestas predefinidas a modelos adaptativos que aprenden de cada interacción.
Si todavía tienes dudas sobre esto, puedes probar el modelo de sésame (solo disponible en Inglés), que aún siendo una demo, deja claro cómo va a ser el futuro de las interacciones y la inmensa capacidad que tienen.
Aplicaciones empresariales y el futuro de los sistemas conversacionales
Uno de los usos más extendidos es la atención al cliente. Plataformas de soporte a estos sistemas para responder preguntas frecuentes o gestionar incidencias, aunque se suelen derivar los casos complejos a agentes humanos.
Gracias a estos sistemas se reducen al mínimo los tiempos de respuesta, y se pueden liberar equipos para tareas de mayor valor agregado. Sumado a su capacidad de funcionamiento sin interrupción 24/7, algo crucial en entornos como comercio electrónico o servicios financieros, donde la inmediatez influye en la experiencia del usuario o su decisión de compra.
Los sistemas conversacionales más avanzados combinan procesamiento de lenguaje natural con aprendizaje automático para interpretar intenciones, detectar emociones y generar respuestas coherentes.
Esta adaptabilidad hace que el cliente perciba un servicio orientado a sus necesidades.
Un aspecto menos visible, pero igualmente relevante, es la contribución de estos sistemas a la operatividad interna. En los entornos corporativos, los chatbots especializados funcionan como interfaces intuitivas para acceder a información. Un empleado podría solicitar reportes financieros actualizados, consultar métricas de rendimiento o incluso simular escenarios empresariales mediante comandos de voz o texto. Este tipo de IA integradas como Copilot, es probable que incorporen esta capacidad de interacción mediante voz próximamente.
Es probable que dentro de poco, veamos cómo todas estas inteligencias se integren con otro tipo de tecnologías como el análisis predictivo o la realidad aumentada, en todo caso la personalización será lo que marque la diferencia.
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